El proyecto ejemplifica con diversos gestos aquello que hace de la arquitectura también una práctica poética a través del diseño y de sus resultados, se exploraron geometrías complejas, agudas y sugerentes, tratando de eliminar la obviedad e incidir en la expectativa. Lograr dinamismo y fascinación en un entorno siempre amable con el usuario, sin dejar de jugar con diversas alturas en la construcción, así como con las entradas de luz y otros elementos. Inquietar a través del uso de la geometría. Guadarrama es, en suma, un juego arquitectónico estimulante.